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COCINAS A MEDIDA, LAS VENTAJAS Y CARACTERÍSTICAS

¿Ha llegado el momento de reformar ese lugar tan importante de tu casa en el que preparas la comida e, incluso, desayunas, almuerzas y cenas junto a tu familia? En ese caso, seguro que te estás planteando si es mejor apostar por cocinas a medida o por una que ya haya sido diseñada de antemano. Aquí vamos a contarte todo lo que debes tener en cuenta al respecto.

Pero ¿qué son las cocinas a medida?

Cuando hablamos de cocinas a medida hablamos de piezas de mobiliario que son diseñadas exclusivamente para tu hogar en función de las características del espacio de la estancia en la que la vas a colocar. Es decir, tienen en cuenta el tamaño de las paredes, la superficie, los posibles obstáculos (ventanas, pilares, etc.) antes de fabricarse. El objetivo es que te brinden la máxima funcionalidad y libertad a la hora de moverte por ella y que, a la vez, satisfagan plenamente tus gustos estéticos.

¿Qué diferencia hay entre una cocina hecha a medida y otra que no lo es?

La diferencia fundamental está en que, mientras que las cocinas a medida se fabrican exactamente en base a las características del espacio en los que se van a ubicar y a tus gustos, las que no lo son ya han sido diseñadas de antemano con unas medidas estándar. Por tanto, es imposible que ofrezcan un encaje tan certero como las otras y que satisfagan igual de bien las necesidades de los usuarios.

¿Cuáles son las ventajas de las cocinas hechas a medida?

Las cocinas a medida brindan una serie de ventajas respecto a las que se venden ya diseñadas y fabricadas. Vamos a verlas:

  • Podrás estar seguro de que tu cocina es única. Es decir, no acudirás a casa de un vecino, de un amigo o de un familiar y verás que posee la misma que tú. Es posible que los acabados de los muebles tengan la misma estética, pero el resultado final siempre será muy diferente.
  • Será exactamente como te la imaginas. El proceso de diseño de las cocinas a medida se hace con tu plena colaboración. Con esto queremos decir que el diseñador te aconsejará en función de las características del espacio, pero tú tendrás la última palabra. Él se preocupará, además, de integrar todos los elementos que consideres imprescindibles. Hablamos, por ejemplo, de una isla o península, de la torre con el horno y el microondas, del lavavajillas y de la lavadora panelable, etc.
  • Es la mejor opción para cocinas pequeñas. En ellas, cada centímetro cuenta. El no diseñar piezas de mobiliario que respondan con exactitud a las características del espacio puede hacer que pierdas espacio y que no te sientas cómodo al cocinar o realizar cualquier otra tarea.
  • Tardará mucho más tiempo en pasarse de moda. Piensa que, al integrarse mejor con el espacio disponible, la cocina seguirá pareciendo moderna al cabo de bastantes años. Algo que no sucede con otros tipos con los cuales se tiene siempre más la impresión de que no encajan con el resto de la decoración.
  • Acabados de mayor calidad. Es algo que siempre pasa. Los fabricantes que brindan esta opción tienen mucho más cuidado con los detalles. Esto no quita para que, al final, seas tú el que elija el material de fabricación de los muebles, que pueden tener una catalogación más o menos premium.
  • Mayor respeto por el medio ambiente. Las cocinas a medida se venden por encargo. Es decir, no empezarán a fabricarse hasta que no las encargues y des la señal, por lo que nada se desperdiciará. En cambio, aquellos muebles que puedes comprar directamente ya han sido elaborados y están en stock. Si la marca no consigue venderlos, acabarán convirtiéndose en residuos.

Sin embargo, no podemos negar que las cocinas a medida también tienen ciertos inconvenientes respecto a las modulares. La mayoría de ellos no tienen por qué suponer un hándicap excesivo dadas las ventajas que ofrecen, pero tenemos que citarlos.

En primer lugar, para recibir un mueble hecho a medida tendrás que esperar a que se fabrique. Un proceso que puede durar varias semanas y que te obligará a planificar tu reforma integral con exactitud para no pasarte demasiado tiempo sin un espacio en el que cocinar.

Por su parte, también resultan un poco más caras y exigen del pago de una señal por adelantado. El resto se abona una vez que se ha instalado dentro del hogar. También suelen ser vendidas por empresas y talleres más pequeños, lo que reduce las opciones de financiación a largo plazo.

Pero, más allá de esto, las cocinas a medida no tienen ningún inconveniente reseñable.

¿Cuál es el precio de las cocinas a medida?

Esta es una pregunta muy difícil de responder. ¿El motivo? El precio no solo viene marcado por el tamaño de la estancia, sino también por otros muchos factores. Son estos:

  • La forma de la cocina. En líneas generales, los especialistas indican que existen 4 tipos de cocinas: lineales, paralelas, en ‘L’ (con península) y con isla. Cada uno tiene sus pros y sus contras. Las dos últimas opciones son las menos habituales en los hogares y las que suelen conllevar el pago de cantidades superiores.
  • Los materiales de los muebles. Hoy en día, los laminados brillantes o mates son los preferidos de los usuarios debido a su resistencia a la limpieza, a la variedad de colores disponibles y a los excelentes acabados que brindan. Para el relleno, la fórmica y los tableros DM ofrecen una relación calidad-precio estupenda. Pero, si decides elegirlos de madera maciza, el precio crecerá de forma muy considerable.
  • Los tiradores. Parece un detalle sin importancia, pero no lo es. Los tiradores tradicionales, que se ubican en el centro de los cajones y en los laterales de las puertas, son las opciones más económicas. En cambio, los gola 45, ya que pasan totalmente desapercibidos, son los más caros. Entre medias están los sistemas push and pull, de uñero, de pomo, de asa…
  • La encimera. La variedad de opciones disponibles ha crecido mucho en los últimos años. Las fabricadas en aglomerado han dejado de tener demanda prácticamente debido a su sensibilidad a la humedad y al buen precio de otras alternativas como, por ejemplo, el granito nacional. Sin duda, las encimeras de cuarzo son la opción más popular hoy en día (las silestone, aunque ese nombre haga referencia realmente a una marca concreta). Son las más resistentes, duraderas y personalizables, pero también las más caras.
  • El fregadero y la grifería. Los tradicionales de acero inoxidable son los más económicos. Pero, si buscas uno de resina sintética o de cuarzo que se integre con el resto de la encimera, vas a tener que pagar bastante más. El precio también se verá afectado en función de si el fregadero es enrasado, encastrado o bajo la encimera.
  • Los electrodomésticos. Vamos a dar por hecho que, como mínimo, vas a comprar un horno, una placa de inducción, vitrocerámica o de gas, una campana extractora, un microondas y un frigorífico. Opcionalmente, en tu cocina también puede haber un lavavajillas, una lavadora y una secadora. Aunque te decidas por una gama básica de cualquier marca conocida, todos ellos pueden hacer que el precio se eleve unos 3000 € fácilmente. Y, si buscas modelos más premium, bastante más. Por ejemplo, un frigorífico combinado blanco de 180 cm de alto puede salirte por unos 400-500 €. En cambio, uno con acabados de acero inoxidable, de tipo americano y 2 metros de alto puede superar la barrera de los 1500 € con facilidad.
  • ¿Panelables, encastrados o libre instalación? Panelar un electrodoméstico tiene el propósito de ocultar su estética y dar mayor armonía a la decoración de la cocina. Sin embargo, el precio del dispositivo sumado al del panel de madera crece bastante si se compara con el del resto de alternativas.
  • La zona de comedor. No todas las cocinas la poseen, pero muchas de ellas sí. Esta puede venir determinada por una isla o por una mesa con sus correspondientes sillas. Cuando no se tiene espacio en el salón para ella, es imprescindible integrarla, lo que supone otro importante incremento en el precio definitivo.
  • Los accesorios. También pueden marcar, y mucho, el precio de la cocina. Hacemos referencia a los estantes para los platos y vasos, a los accesorios para aprovechar las esquinas de los muebles o a los cubos de basura, por ejemplo.

Para que sirva como referencia y dejando muy claro que el precio final de la cocina abarca muchos aspectos más allá del tamaño de la estancia, podemos decir que, de media, una de 10 m2 tiene un precio final que ronda los 11 000 €. Asimismo, las de entre 6 y 8 m2, que son las más habituales en los pisos, oscilan entre los 9500 € y los 10 500 €, aproximadamente.

Pero para una información más exacta, no te pierdas nuestro post sobre cuánto cuesta reformar una cocina.

¿Qué incluye el precio de las cocinas a medida?

Muchas personas creen que, dentro del precio de las cocinas a medida, únicamente se incluye la fabricación de los muebles. Sin embargo, no es así. También hay que tener en cuenta, el primer lugar, el proyecto y el diseño del espacio. Algo que la mayoría de los fabricantes suelen ofrecer gratuitamente en un primer momento pero que, posteriormente, es incluido en el presupuesto de cocina, cuando se ha apalabrado la compra. Piensa que, desde ese primer diseño, suele ser necesario hacer multitud de cambios y ajustes.

Por su parte, lo normal es que, antes de instalar una cocina a medida, sea necesario realizar algún tipo de reforma. Hablamos, por ejemplo, de sustituir las instalaciones del agua y de la electricidad y de acondicionarlas al nuevo diseño. También es muy probable que quieras cambiar el suelo y el alicatado de las paredes. Además de los materiales, tendrás que abonar el importe de la mano de obra de los albañiles, fontaneros y electricistas que hagan el trabajo.

¿Cómo se diseñan las cocinas hechas a medida?

Parece fácil, pero realmente no lo es. Diseñar una cocina en base a muebles hechos a medida requiere de tener en cuenta multitud de factores. El primero de ellos es ‘la regla del triángulo‘.

La regla del triángulo establece que, dentro de cualquier cocina, hay tres zonas: la de cocción (el horno, el microondas y la placa de inducción, vitrocerámica o de gas), la de lavado (el lavavajillas, el fregadero y, opcionalmente, la lavadora y la secadora) y la de almacenaje (el frigorífico y la despensa. Cada una de ellas debe quedar en uno de los vértices del triángulo para que así haya suficiente espacio de trabajo libre. Nunca deben juntarse dos o más.

Por su parte, entre cada electrodoméstico situado en la encimera debe haber, al menos, 50 cm de espacio libre. También es fundamental que las zonas de paso cuenten, al menos, con 80 cm de ancho para que se pueda caminar cómodamente por ellas. En caso de que la cocina sea de tipo paralelo y haya muebles enfrentados, esa distancia debe crecer hasta los 120 cm o más.

Tampoco nos podemos olvidar de la altura de la encimera. Lo general es colocarla a entre 90 y 92 cm sobre el suelo. Sin embargo, la clave está en la altura de los usuarios ya que son quienes han de sentirse cómodos a la hora de cocinar. Por ejemplo, para aquellos que miden más de 190 cm, lo aconsejable es ubicarla a 1 metro.

A esto hay que sumar la colocación de los cajones (los cuberteros, los caceroleros, etc.), el fondo de los muebles inferiores y superiores (60 cm y 35 cm, respectivamente, aunque son cifras que pueden variar en función de las características del espacio) y del espacio necesario para las aperturas de las puertas.

En definitiva, las cocinas hechas a medida suponen la opción más interesante a la hora de reformar y renovar este importante espacio de la casa. Pero, a la hora de diseñar la tuya, es conveniente que te pongas en manos de un profesional especializado que sepa compaginar la máxima funcionalidad con tus gustos estéticos. Solo así quedarás plenamente satisfecho.

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