Las reformas sostenibles no son una simple moda. Se trata de obras fundamentales para cualquier vivienda que no haya sido construida recientemente. Su objetivo es adaptarlas a las nuevas recomendaciones en materia ecológica. Aquí queremos hacer un repaso por los 10 aspectos fundamentales que deben regir la edificación las casas bioclimáticas.
Pero ¿qué son las reformas sostenibles?
Las reformas sostenibles o bioclimáticas son obras de rehabilitación de viviendas. Persiguen el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas son responsables del cambio climático que está experimentando nuestro planeta desde hace ya algunas décadas.
Puede que pienses que, por sí misma, tu casa no realiza emisiones. Sin embargo, no es así. Cada vez que enciendes un electrodoméstico, la calefacción o, simplemente, pulsas el interruptor de la luz, consumes energía. Y, aunque muchas veces proceda de fuentes sostenibles, otras veces no. Además, la fabricación de esos dispositivos también conlleva contaminación y residuos.
Las reformas sostenibles integrales buscan reducir al mínimo el consumo de energía. ¿Cómo? Pues mediante la elección de materiales y la aplicación de técnicas respetuosas con el medio ambiente. Algo que también permite ahorrar en las facturas y amortizar la inversión realizada.
Los certificados de clase energética
Juegan un papel clave. Sobre todo, a la hora de elegir los materiales y dispositivos con los que acometer las reformas sostenibles.
Estos son los que debes tener en cuenta:
- Sello FSC. Es emitido por el Consejo de Administración Forestal. Evidentemente, hace referencia a los productos fabricados con madera. Este sistema de certificación plantea unos requisitos muy exigentes a las empresas manufactureras. Su objetivo es garantizar que se haga una gestión del material viable, beneficiosa para la sociedad y respetuosa con el medio ambiente. Desde el momento de la tala hasta su entrega al consumidor final. No importa si se trata de productos de construcción o de piezas de mobiliario.
- Etiqueta europea ECO. Es entregada por los organismos certificadores de la Unión Europea. Solo la lucen aquellos productos que evitan o, al menos, reducen el impacto medioambiental derivado de su fabricación y uso. Desde que se obtienen las materias primas con las que se fabrican hasta que son consumidos. También en su producción y distribución.
- Certificado de comercio justo. Lo concede la WFTO (Wordl Fair Trade Organization, es decir, Organización Mundial de Comercio Justo). Hace referencia a la garantización de los derechos de los productores y trabajadores. Estos son especialmente vulnerados en los países de la región sur del planeta. Por ello, no solo es sinónimo de desarrollo sostenible y protección del medio ambiente. También pretende erradicar la pobreza.
- Clase energética. Aquí englobamos dos aspectos. El primero de ellos hace referencia a los electrodomésticos y equipos electrónicos en general. Según este certificado, es posible saber cómo de eficientes son respecto al uso de energía. No importa si se trata de un horno, de un sistema de climatización o de un televisor. El otro abarca la vivienda en su conjunto. Este sello es indispensable hoy en día para, por ejemplo, realizar una compraventa.
- Certificación GBCe (Green Building Council España). Se trata de un organismo de referencia en materia de edificación sostenible. Su objetivo es hacer que el mercado inmobiliario se diriga hacia unos estándares más respetuosos con el medio ambiente. Presenta una escala de seis niveles diferentes según la cantidad de impacto evitado mediante la reforma integral.
- Certificación LEED (Líder en Eficiencia Energética y Diseño Sostenible). Aquí hablamos de un sistema voluntario pero que aporta valor añadido a las reformas sostenibles. Su sistema ha sido desarrollado por el US GBC (Consejo de Construcción Verde de Estados Unidos). Supervisa la implantación de estrategias sostenibles para la mejora de la eficiencia energética. Según los parámetros cumplidos, otorga sellos Bronce, Plata, Oro y Platino.
10 claves a tener en cuenta al realizar reformas sostenibles
Ahora sí hemos dejado claros los aspectos preliminares más importantes en el ámbito de las reformas sostenibles. Así que llega el momento de hablarte acerca de los aspectos a considerar a la hora de afrontar una. Son estos.
1. La envolvente en las reformas sostenibles
Cuando hacemos referencia a la envolvente de las reformas integrales hablamos del exterior de la vivienda o edificio. Es decir, a aquellos elementos que permanecen permanentemente en contacto con el exterior. Para garantizar la eficiencia energética del inmueble es indispensable el uso de un SATE (sistema de aislamiento térmico exterior).
Pero ¿qué es un SATE? Se trata de una segunda pared que crea una cámara de aire entre ella y la fachada del edificio. En su interior es posible introducir elementos aislantes. Estas, por ejemplo, pueden reducir las pérdidas de calor y servir como aislamiento acústico.
No hay problema por realizar reformas sostenibles en viviendas unifamiliares. ¿El motivo? Son aquellas en las que el conjunto de la edificación pertenece a un único propietario. Al menos, más allá de lo que respecta a la lógica pérdida de espacio en el interior. Sin embargo, si hablamos de un piso, la cosa cambia. En este caso, las obras deben ser aprobadas en una junta general de vecinos por mayoría. También resultan más costosas. Algo que hace inviable en muchos casos su puesta en práctica.
Puedes aplicar un sistema SATE en el interior de tu vivienda aún con la negativa de los vecinos. Eso sí, solo en el interior y asumiendo la pérdida de algunos metros cuadrados. Tampoco alcanzarás las cotas máximas de eficiencia. La opción más habitual para hacer esto es el pladur. Se trata de una fina lámina de yeso que se instala sobre unos raíles. Su instalación es rápida y sencilla.
2. Las ventanas
Junto a la envolvente, las ventanas suponen el otro elemento que permanece en contacto directo y constante con el exterior de la vivienda. Por ello, su importancia también es capital a la hora de realizar reformas sostenibles integrales. Piensa que es también un elemento imprescindible para disipar el frío y el calor.
Es posible que pienses que la única solución para hacer más eficiente este aspecto es la sustitución. Algo que probablemente no te apetece hacer si, por ejemplo, las cambiaste hace pocos años y están en buen estado.
Hay alternativas:
- Instalar juntas aislantes. Se suelen colocar en las bandas de silicona que unen los cristales con el marco. También es posible colocarlas en las cajas de las persianas y en los bordes de las ventanas. Su objetivo es evitar que se produzcan filtraciones de aire indeseadas. También conviene revisar y repasar las bisagras llegado a este punto.
- Cambiar los critales sin modificar los marcos. En el cristal se producen las mayores pérdidas de energía. Es por eso que, si los marcos están en buen estado, es posible sustituir el vidrio por otro más eficiente. Hoy en día existen cristales de aislamiento térmico reforzado (ATR) de gran eficacia. Una solución excelente también cuando el marco no admite la instalación de un doble acristalamiento.
Pero ¿qué pasa si estas alternativas no son viables? Entonces, deberás proceder a la sustitución de las ventanas de tu hogar. Eso sí, a la hora de elegir, rechaza las fabricadas a partir de derivados del petróleo como el PVC. Apuesta mejor por la madera o por el aluminio con rotura de puente térmico. Por su parte, en caso de tener espacio suficiente, opta por hojas batientes u oscilobatientes. Las correderas no son tan herméticas como estas.
Actualmente, muchas comunidades autónomas ofrecen ayudas y subvenciones para la realización de reformas sostenibles. Algo que puede ayudarte a reducir los costes de las obras de forma sustancial.
3. El enlucido
La terminación final de las paredes también es de gran relevancia al ejecutar reformas sostenibles. En este sentido, el objetivo primordial es que reflejen la mayor cantidad posible de luz solar. Así es posible controlar mejor la temperatura interior.
Para lograrlo, es necesario que te fijes muy bien en la composición de la pintura. Existen acrílicos ecológicos cuya elaboración es respetuosa con el medio ambiente. Cumplen con esta función igual que las pinturas sintéticas.
4. La instalación eléctrica
La demanda eléctrica actual de las viviendas no tiene nada que ver con la que había hace algunos años. Por ello, muchas instalaciones antiguas no son capaces de soportar las actuales necesidades de potencia. Sobre todo, cuando se van a ejecutar reformas sostenibles integrales y el objetivo es usar energías lo menos contaminantes posibles (principalmente, la eléctrica).
Hace unos años, lo habitual era instalar hornillas de fogones, hornos y calderas de agua que utilizasen gas natural o butano. En estos momentos, la preferencia es optar por placas de inducción, termos y hornos eléctricos. La electricidad, al no proceder de la combustión del petróleo, es una energía mucho más limpia que las citadas anteriormente.
Esa es la razón por la que la mayoría de reformas sostenibles conllevan la sustitución de la instalación eléctrica. Pero hay más, cambiarla conlleva también una mayor seguridad para los residentes en el domicilio. La razón es que elimina, por ejemplo, los cableados en mal estado y los enchufes carentes de toma de tierra.
Dentro de este apartado podemos englobar también la elección de las lámparas. En este sentido, desde el 1 de septiembre de 2018, las halógenas están prohibidas (Directiva de la Unión Europea 2015/1428). La solución más eficiente es apostar por las luces LED. Consumen muy poca energía y, aunque son algo más caras, tienen una vida útil extremadamente prolongada. Tanto que pueden llegar a permanecer encendidas 8 horas al día durante 15 años sin perder cualidades.
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5. Las tuberías de agua
Hubo un tiempo en el que se fabricaban en plomo. Este material puede llegar a ser peligroso para la salud. También es muy contaminante, aunque se puede reciclar para, por ejemplo, fabricar equipos de pesca o baterías de coche.
Posteriormente, las tuberías de plomo fueron sustituidas por las de hierro. El problema de estas es que, aún tratándose de un material más respetuoso con la salud y el medio ambiente, no era inmune a la corrosión. Esto ha dado lugar a multitud de filtraciones y averías que han supuesto la pérdida de grandes cantidades de agua.
Finalmente, llegó el cobre. Este metal solucionaba los problemas del plomo y del hierro. Sin embargo, su precio es bastante elevado. Además, para moldearlo y trabajarlo, es necesario emplear grandes cantidades de energía. Tampoco es el más eficiente a la hora de mantener la temperatura del agua. Suele requerir el uso de una capa aislante exterior para conseguirlo con solvencia.
Actualmente, las tendencias en reformas sostenibles determinan el uso de otros materiales. Es el caso del acero inoxidable y la cerámica. Resultan los más adecuados para ganar eficiencia energética. Asimismo, el polipropileno y el polietileno son también buenas alternativas. Pero solo en caso de que la instalación fuera imposible o resultase muy costosa. Son plásticos más respetuosos con el medio ambiente que el PVC y ofrecen prestaciones similares.
Puedes leer más información sobre tuberías en nuestra página sobre reformas de baños.
6. Otros elementos de fontanería importantes en las reformas sostenibles integrales
Un grifo o una cisterna que gotea no solo supone un incremento considerable en tu factura del agua. También tiene un impacto medioambiental muy alto. Sobre todo, en un país como España. Sus recursos hídricos son limitados y suele verse afectados por importantes períodos de sequía.
Evidentemente, conviene proceder a la reparación de estos elementos nada más detectar la pérdida de agua. Pero también resulta acertado optar por sistemas modernos al realizar reformas sostenibles. La colocación de reductores de caudal en los grifos y de sistemas de ahorro en las cisternas (los pulsadores de doble botón) también se antoja fundamental.
7. La calefacción
En invierno suele suponer el mayor gasto energético de las viviendas. Sobre todo, de las situadas en zonas de interior caracterizadas por las bajas temperaturas. Es por ello que la elección del combustible es de vital importancia.
Sin duda, los sistemas de calefacción más contaminantes son los que utilizan gasóleo tipo C y gas natural. Se trata de dos combustibles que generan CO2 y multitud de emisiones de otros gases de efecto invernadero. La gran capacidad calorífica que ofrecen no compensa este hecho. Tampoco el riesgo que conlleva almacenar dicho combustible en la vivienda.
Las chimeneas de leña y de pellets (serrín comprimido excedente de la industria maderera) son las mejores alternativas. Aprovechan recursos naturales de fácil acceso y generan residuos aprovechables. Por ejemplo, se pueden emplear para elaborar abono o suplementos nutricionales para animales. Esto se debe a que son ricas en potasio y calcio.
Sin embargo, en los pisos, su instalación es prácticamente imposible. La razón es que no poseen canalizaciones de extracción adecuadas. Por tanto, salvo que quieras realizar reformas sostenibles en una vivienda unifamiliar, tendrás que apostar por un sistema de calefacción eléctrico. Con él podrás garantizar los máximos estándares de protección medioambiental.
Más información sobre la climatización
8. El aire acondicionado
El sistema de aire acondicionado es otro aspecto clave a considerar en las reformas sostenibles. A este equipo en verano le pasa lo mismo que a la calefacción en invierno. Es decir, es el que más energía consume. Por ello, te conviene elegir un modelo con una clase de eficiencia energética lo más alta posible.
Sin embargo, no todos los sistemas de aire acondicionado son iguales. En las reformas sostenibles integrales se apuesta siempre por aquellos que conllevan una instalación por conductos. El condensador envía el aire frío a través de unas canalizaciones ubicadas dentro de la pared o del techo y lo libera a través de unas rejillas.
Este sistema ofrece la ventaja de admitir la climatización por zonas. Con esto queremos decir que puede refrigerar el salón sin que se desperdicie energía enfriando también los dormitorios o la cocina, por ejemplo.
El sistema de aire acondicionado por conductos también es mucho más eficiente que el de split. Además, puede usarse para calefacción sin ningún problema y ofrecer los mismos beneficios. Especial mención merece la tecnología Inverter. Esta hace que el dispositivo se apague solo una vez alcanzada la temperatura de confort. Después, cuando asciende o desciende, vuelve a activarse solo.
9. Los techos
Cuanto más bajos, mejor. La razón es simple. Con ello se reduce el espacio vertical de la vivienda. Así los sistemas de aire acondicionado y calefacción requieren menos esfuerzo para climatizar la vivienda.
Muchas casas antiguas tienen los techos a 3 metros de altura o más. Sin embargo, entre 2,40 y 2,50 metros es suficiente en la inmensa mayoría de los casos. En una vivienda de 100 metros cuadrados, esa reducción en la altura de los techos supone entre 60 y 50 metros cúbicos de aire menos que climatizar.
10. La elección de los electrodomésticos
El último paso antes de acabar las reformas sostenibles. Es indispensable elegirlos de tipo A+++, que actualmente es el nivel más alto. Para que te hagas una idea, un electrodoméstico de clase A consume un 50 % menos de energía que uno de tipo C. Un ahorro muy importante si hablamos de aparatos que pasan muchas horas en funcionamiento como, por ejemplo, el frigorífico o la lavadora.
En definitiva, las reformas sostenibles permiten disfrutar de una vivienda confortable y respetuosa con el medio ambiente. Son muchas las medidas que se pueden poner en práctica para conseguirlo, pero estas 10 son las más importantes. Todo sea por respetar el medio ambiente, proteger el planeta y ahorrar en las facturas sin descuidar nuestras necesidades.