Un suelo de exterior ha de tener unas características bien definidas que garanticen su resistencia y durabilidad, pero, además, debe lograr la armonía perfecta con el entorno, para conseguir espacios acogedores que se adapten a tu estilo y al de tu casa.
Hace solo unos días veíamos cómo podemos ganar metros útiles con el cerramiento de una terraza o balcón. Pero si lo que quieres es disfrutarla y tienes prevista una reforma para, de cara al verano, darle un aire nuevo a tu zona de piscina – jardín, a un agradable porche, o a un patio en el que, cuando hace calor, se está en la gloria, el pavimento exterior que elijas es uno de los detalles a los que debes prestar especial atención.
¿En qué fijarte a la hora de elegir un suelo para terraza?
Tienes una oferta extensa en cuanto a materiales, formas y acabados. Antes de decidirte, conviene que intentes imaginar qué uso va a tener ese espacio exterior que quieres renovar. Tal vez se trate de la zona de solárium de una piscina donde tus hijos y sus amigos no van a parar un segundo y te conviene, por tanto, un suelo antideslizante, o quizá quieras un rincón acogedor en medio de un frondoso jardín, al que un suelo de madera le va a ir de maravilla…
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Características básicas a tener en cuenta
Hay opciones para todos los gustos, pero cualquiera que elijas, debe reunir unas condiciones básicas:
- Tiene que ser especialmente resistente, porque va a estar expuesto a cambios de temperatura importantes (del día a la noche) y quizá a condiciones meteorológicas duras (no todos los suelos aguantan, sin resquebrajarse, los 40º a pleno sol).
- Debe resultar cómodo y sencillo de mantener. Por ejemplo, una baldosa exterior demasiado porosa, no es la idónea para hacer un coqueto camino en un jardín donde la tierra se depositaría en ella con facilidad, resultando difícil eliminarla.
- Su colocación correcta adquiere especial importancia.
- A nivel decorativo, el suelo de exterior juega un papel importante. Aunque los gustos son muy personales, lo ideal es buscar la armonía, intentando que tu suelo forme parte del paisaje que te rodea.
¿Qué tipos de pavimentos de exterior existen?
El abanico de posibilidades y tipos de pavimentos exteriores es muy amplio. Tienes desde los suelos hechos en piedra natural, hasta baldosas de exterior en distintos materiales y con multitud de acabados. Algunos entre los que puedes elegir son:
Piedra natural
Son suelos bonitos y elegantes. Siempre gustan y, por su forma irregular, son ideales, por ejemplo, para el diseño de caminos (tal vez colocando la piedra entre el césped o la propia tierra) o para la entrada de un chalé.
Las más utilizadas son la pizarra, que también puede quedar fenomenal en un espacio exterior de diseño moderno, y la cuarcita, que, en tonos marrones, queda genial para dar un toque rústico a una zona concreta del exterior de la vivienda. La piedra natural es resistente, pero colocarla bien no es sencillo. Además, en el caso de la negra pizarra, este material atrapa y retiene el calor por lo que, ¡cuidado! no debes ponerla en lugares donde quieras estar descalzo, porque de día y en pleno verano te quemarías los pies.
- Bonito, elegante, resistente y con aire rústico
- Colocación compleja por su irregularidad
Suelos cerámicos
Son de los más aconsejables porque tienen una óptima resistencia, un bajo mantenimiento y mil posibles diseños entre los que puedes elegir. Los encontrarás en distintos tamaños, que permiten crear la combinación que más te guste, y puedes optar por multitud de colores, lisos y compactos, o bien por algún acabado que imite algún material concreto, como el barro color terracota, ideal para un espacio exterior en estilo rústico.
- Bajo mantenimiento y gran variedad de diseños y tamaños
Gres porcelánico
Se trata de un tipo de suelo para terraza de óptima calidad que aguanta perfectamente las oscilaciones térmicas y ofrece, además, un acabado elegante de sencillo mantenimiento. Tienes gres porcelánico en tamaño gran formato, perfecto para revestir un suelo exterior que quieras integrar en el paisaje creando una armoniosa continuidad. En una terraza grande o en una azotea, puedes colocarlo en forma de grandes baldosas y conseguirás una sensación de mayor amplitud.
- Muy buen acabado y sencillo mantenimiento.
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Suelos de madera
Tienen mucho encanto y ahora dispones de tarimas exteriores perfectamente preparadas para permanecer inalterables, resistiendo el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas. La madera siempre resulta confortable y especialmente acogedora. Con estos suelos es muy fácil crear un ambiente cálido, también en las zonas exteriores de tu vivienda.
- Calidez asegurada con un toque ‘colonial’
- Pese a sus potentes tratamientos, que las hacen muy resistentes, tarde o temprano necesitarán un mantenimiento
Ya ves que la variedad de suelos para terraza es extensa. Solo queda que elijas aquel que te permita disfrutar al máximo de ese espacio privilegiado con el que cuenta tu hogar y… ¡a tomar el sol!
Si quieres ideas para reformar tu terraza o bien piensas renovar alguna de tus estancias, no dudes en contactarnos. Estaremos encantados de ayudarte 😉